La grava o gravilla, según granulometría, de origen volcánico más utilizada es un árido que puede formar parte de las mezclas de sustratos o puede utilizarse como elemento de cobertura o acolchado en suelos y macetas. En sus granos tiene microporos y le confiere un altísimo poder de aireación. La granulometría más usada cuando se incorpora a las mezclas de sustratos es entre los 2 y 6 mm.
Destacamos en este ingrediente:
- Presenta la máxima capacidad de aireación de los componentes minerales.
- Ideal en exteriores.
- Reutilizable. Libera lentamente hierro a la solución del suelo